Volando por el periodismo

Varias son las opciones actuales para introducirse en las aguas procelosas del periodismo. Los últimos en recibir una promesa de trabajo son los aspirantes a ser profesionales consagrados al sector deportivo.

Lo anunciaba el portal autohebdosport.es. Se ha anunciado el Premio de Periodismo de Fórmula 1 Carlos Castellá. La convocatoria procede del Circuit de Barcelona-Catalunya. Los organizadores procuran tamibén así rendir sentido homenaje al compañero homónimo, fallecido en mayo del 2016.

El sitio informa de que «podrán participar en el concurso estudiantes o futuros estudiantes de Periodismo». El único requisito es un reportaje. Y uno se pregunta, siendo así: ¡más fácil, imposilbe!

Recuerdo cuando me inicié en el estudio de la noble profesión (también arte, considero) del Periodismo. Prácticamente se estrenaba el doble grado en mi universidad con Comunicación Audiovisual. Ni todos los maestros ni los jefes de estudio aún estaban muy seguros de cómo sintetizar todo. También Bolonia había aterrizado.

«La doble», como la llaman, habría un mundo de posibilidades a los graduandos. Hablamos de multiplicar las probabilidades de encontrar trabajo en un mundo muy competitivo. Los ases en la manga nunca han sido más necesarios ni los cursos extras bienvenidos.

Volviendo al Premio de Periodismo de Fórmula 1 Carlos Castellá, no se trata de la única iniciativa de este tipo en el país. Otros motivos por lo que el periodismo deportivo está de gala son los prácticamente recién concluidos XVII Pemios Periodistas Deportivos de Andalucía.

Razones no faltan para que el periodismo en general y el deportivo en particular celebren. Si bien es cierto que la situación no es óptima (prefiero decir «nueva», «diferente» antes que  «peor»). Citamos al maestro y prácticamente gurú Marty Baron cuando dice que ahora hay maneras increíbles de «enriquecer nuestro storytelling».

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